Capítulo II: Encuentros en la cumbre

Trece años después del viejo sueño de la directiva luarquesa de ver al gran Sporting en La Veigona se veían cumplidos un domingo 1 de julio del año 1928. Además el resultado –después de la debacle del primer encuentro entre ambos- fue un exitoso empate a cero goles. El partido se encontraba dentro de los actos a beneficio de la III Vuelta a Asturias. Precisamente dos etapas de aquella ronda tenían incidencia en nuestra villa. En la 3ª etapa (Oviedo-Luarca) el vencedor sería el corredor Mariano Cañardo. Al día siguiente se cerraba la edición con la 4ª etapa entre Luarca y Gijón, nueva victoria para el corredor de Olite, si bien el ganador de la general sería Ricardo Montero.

Pues bien en aquel primer y gran empate a cero goles, sería Adelinín (reciente fichaje luarqués de otro equipo de la Villa, el Asturias F.C.), el mejor del equipo local. Suárez, Helguera y el ovetense Bricio Lombardero también hicieron un gran encuentro para no ver perforada la meta por la delantera gijonesa. El capitán del equipo era David Prida, años más tarde técnico del equipo, que esa tarde recibía un ramo de flores de la señorita Amelia Blanco, hija del alcalde luarqués, Emilio Blanco.

Un año más tarde, el Luarca Sport Club se volvía a enfrentar al Sporting en otro duelo apasionante. La alineación luarquesa estaba formada por Manolito, Paredano, Laso, Bricio Lombardero, Lope Peña, Pateto, José Salas (padre de Margarita Salas), Evaristo, Helguera, Chucho y Díez. Arbitró el Sr. Cadavieco.

Al descanso –tal y como escribía en mi libro “El Centenario del Luarca C.F.”-, el Sporting vencía por dos tantos a uno. Finalmente espectacular resultaría la respuesta atacante luarquesa en la segunda mitad, consiguiendo un impensable nuevo empate, en esta ocasión a dos tantos.

La víspera de San Timoteo del año 1941 se inauguraba “La Veigona” (una de tantas), con otro espectacular empate esta vez: ¡a cuatro tantos, nada menos!

La afición luarquesa disfrutaría de lo lindo con nada menos que ocho goles…y a pensar en ir a San Timoteo con la familia a celebrar el santo Patrono al día siguiente, después de endosarle cuatro “chicharros” al todopoderoso Sporting.

Tres empates seguidos, algo para engrandecer nuestra historia y sacar pecho.

Sin embargo en el año 1945, concretamente otra víspera de San Timoteo, el Sporting nos golearía con un contundente set tenístico (1-6). Aquella tarde en el conjunto gijonés formarían: Héctor, Molinucu, Cholo, Sánchez, Sión, Vitín, Armando, Chano, Cuca, Tamayo y Gayol. Cinco jugadores gijoneses y los otros seis, todos asturianos.

Volvió de nuevo el Sporting en el año 1952 para la inauguración del “María Cristina” con un triunfo de los gijoneses por cuatro tantos a dos (jueves, 21 de agosto).

Unos cuantos años más tarde, el 21 de agosto de 1970 el Luarca C.F. y el Sporting se volverían a enfrentar en el María Cristina, jugándose nada menos que una Copa de plata valorada en 20.000 pesetas, casi nada para la época (toda una joya).

Tras una dura entrada de Echevarría el Sporting quedaría con diez jugadores sobre el terreno de juego. Ni siquiera con uno más los sportinguistas hubieran superado a los luarqueses, que se fajaron en el campo, con una entrega y un pundonor, dignos de todo elogio. Según el cronista de la época “el fallo más acusado de los rojiblancos, estuvo en la delantera, que brilló por su ausencia”. También fue importante la presencia del veterano Santiago en la portería.

El partido terminó al descanso con empate a un gol. El medio izquierdo, luarqués al sacar una falta, supera a la mal formada barrera gijonesa, llevando el delirio a una grada enloquecida del María Cristina. Empataría Mortera en una jugada por la izquierda, con un tiro cruzado, que haría imposible la estirada de Santiago.

Terminado el tiempo reglamentario con empate a uno, se llegaría a la tanda de penaltis para dilucidar el equipo campeón que se llevaría el preciado trofeo. El Luarca C.F. marcó los cuatro primeros (entre ellos marcaría el defensa Bemba) y el quinto lo detendría el cancerbero Romero (a lanzamiento de Arruñada). En la tanda gijonesa comenzaba lanzando Puente y atajaba magistralmente Santiago. Marcaba Fanjul, y en tercer lugar volvió a tirar desde los once metros Prieto, y volvía a parar Santiago, en una ágil estirada.

El Gijón presentó la siguiente alineación: Romero, Echevarría, Paredes, Domínguez; Puente, Herrero I (Martínez); Rafa, Fanjul, Megido, Mortera y Juan Valdés (Prieto).

El partido fue una auténtica fiesta y el Luarca ganaría el preciado trofeo ante una enfervorecida afición luarquesa, que vibraría con todos y cada uno de los goles desde el punto de penalti, y las paradas espectaculares de Cosío.

En los años 80 el que venía a jugar contra el Luarca era el Sporting Atlético, como aquel recordado encuentro del “famoso paraguazo”, que terminaría con una sanción ejemplar, y saliendo en todas las portadas de la prensa regional.

El 12 de agosto de 1990 el Luarca C.F. perdía con un espectacular Sporting de 1ª División, por un contundente 8-0, al que tuve el placer de asistir. Los goles fueron marcados por Juanma, Moncho, Manjarín, Bodelón, dos, Pablo, dos de penalti y Luis Enrique.

Sporting: Rodri; Tati, Muñíz, Pablo, Alcázar, Óscar (Tomás), Iordanov, Monchu (Arturo), Juanma (Bodelón), Manjarín y Luis Enrique.

El equipo luarqués dirigido desde el banquillo por uno de mis profesores de Educación Física en el instituto (también jugador luarqués), Luis Tapia, fue el siguiente: Arturo; Tereno, Paulino, Novo, Emilio, Murias, Pirri, Gelo, Rodri, Jipi y Miguel.

El Luarca C.F., a pesar de tener un grandísimo equipo, y militar en la 3ª división, no tendría nada que hacer ante un Sporting que estaba rodadísimo en aquella pretemporada, y que nos pasó por encima sin el más mínimo miramiento.

Una apasionante historia de este idilio entre el gran Sporting de Gijón y el histórico Luarca C.F. Un club que hasta hace bien poco podíamos ver y disfrutar en una abarrotada Veigona cada agosto, y que siempre ha sido un “club más que amigo” para nuestras arcas y para empezar la temporada con superávit.

El Sporting de Gijón que se llevó a jugadores como Óscar Luis Celada para llevarle a la élite futbolístico. O como el gran Novo, Santiago, o Jenaro, que también llamaron a las puertas de algunos de nuestras más grandes jugadores. Una victoria por penaltis, varios empates y alguna goleada para la gran estadística de un enfrentamiento que siempre ha levantado un gran interés para todos los aficionados futbolísticos de Luarca.

Encuentros en la cumbre… para una rivalidad de primera.

Por Cipri Fdez Fdez